jueves, 27 de octubre de 2011


25 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Lisboa.



                Mis queridos !


                Ayer a la mañana cuándo subí a cubierta veía muchas rocas inmensas en el mar y se veía la ondulante costa. Pequeñas aldeas a lo largo dispersadas entre los montes. Todo verde y un día hermoso !
                Después del desayuno llegábamos a Lisboa. La ciudad está edificada sobre terrazas y era una vista hermosa ya que el cielo era azul y se destacaban los edificios. En el puerto había muchos barcos de pasajeros, pero pocos de la marina de guerra. Entramos al puerto con música, pero demoramos mucho en bajar ya que tenía que venir el médico de tierra para reconocer el estado de salud de todos.
                El capitán me dio permiso para bajar a tierra acompañada por los Profesores Wien y Eberlein. Teníamos solamente tres horas de estadía, así que nos teníamos que apurar. Una pequeña embarcación nos llevó a tierra.
                Primero fuimos a una plaza donde fue matado una vez un Rey. El correo estaba cerrado ya que era jueves Santo. Por eso los negocios también estaban cerrados. Nunca en mi vida vi tanta gente elegantemente vestida caminar por las calles cómo ayer en Lisboa. La mayoría estaba de negro e iban a las iglesias, muy serias y solemnes. Entramos en dos iglesias que estaban hermosamente adornadas con flores. Paseamos por la avenida principal bajo árboles con flores azules y rojas. Qué hermosas palmeras y otros árboles de pimienta, mi Dios que precioso era !!
                Con un funicular subimos unos treinta metros de donde teníamos un panorama hermoso sobre toda la ciudad. Fuimos al Jardín Botánico del cuál me traje una rama de laurel de recuerdo. con un tranvía fuimos a un barrio muy antiguo y nosotros no nos podemos imaginar tanta pobreza cómo la que vimos ahí. Casi no podíamos caminar de tanta gente pobre que nos pedía limosna. De un Mirador vimos bajar el sol y era maravilloso ver el Palacio Cintra bañado en los últimos rayos.
                Al ponerse el sol empezó a llover y nosotros sin paraguas. Entramos en un café y tomamos café caliente con unas masas muy comunes. Los señores se compraron diarios y para mí flores y regresamos al puerto. Ahí otros de los señores también me regalaron flores y tenía mis brazos llenos ! Qué felicidad !
                Al subir a la lancha que nos llevaría a bordo faltaba "La Pulga" y todos estábamos preocupados, pero no se podía esperar. Qué alivio al llegar al barco saber que había llegado ya ! Se había perdido en Lisboa y alquiló un velero que la trajo a bordo, pero tuvo que pagar siete marcos ! De noche nos contó todo en una forma tan cómica que nos divertimos muchísimo. La conversación en la cena era muy amena ya que con el lindo paseo a tierra cada uno tenía algo nuevo para contar !

1 comentario:

  1. hermoso texto!Estoy casi segura que el funicular donde ellaestuvo,es el que estaba en la calle que todos los dias que estuve en Lisboa tuve que subir....es verdad, arriba hay un hermoso mirador......hermoso texto.....carinos...Mabel Rodriguez

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