jueves, 27 de octubre de 2011



15 de septiembre de 1910.
                En Puerto Madryn.

                Mis queridos !

                El 2 de septiembre les escribí por última vez y hoy ya vuelvo a estar con ustedes. No tengo ni idea de cuándo vendrá un barco que lleve ésta carta al norte, pero eso no importa. Justamente hoy tengo ganas y tiempo para charlar con ustedes. Además hoy es el cumpleaños de mi querido cuñado Robert, y aquí está lloviendo a cántaros. Coincide la lluvia con mi día de lavado, pero puede que para mañana mejore. Yo hoy les tengo que contar mucho ya que últimamente hubo bastante programa.
                La familia Fuhlberg terminaron de empacar y lamentablemente se fueron. Desde miércoles hasta sábado estuvieron parando en casa. Cómo acá nunca sabemos exactamente cuándo llega el barco, siempre tenemos que estar listos a tiempo. Se pueden imaginar que yo tuve bastante trabajo en la preparación de tanta comida para todos. El viernes antes de su partida, todavía llegó el señor Schmidt de Trelew en cuya casa estuvimos parando en oportunidad de nuestra visita. Para dormir no pudimos ofrecerle lugar al señor Schmidt, pero para comer sí.
                El sábado a la mañana llegó el barco "Quintana". Al mediodía también vino a casa el capitán para almorzar y me trajo verdura y panes negros. Así que anduve bastante al trote con tanta visita. Cuándo terminé con Celia de limpiar la cocina, acompañé a los de Fuhlberg a bordo. A las 21 horas partió el barco. Nosotros quedamos muy tristes por la partida de la querida señora Fuhlberg !
                El domingo a la mañana comencé a limpiar la pieza de visita, ya que para la noche esperábamos el barco que traería al señor Elbourne. Pero de tarde, ni bien me había vestido, ya entraba el barco. Había un viento terrible. Mi tesoro y yo fuimos al muelle y de ahí en una pequeña embarcación al barco "Esmeralda". Con tanto vaivén de la pequeña embarcación con la marejada, casi me descompongo. Tuvimos que subir a bordo con una escalera de sogas. Mi maridito estaba muy feliz de volver a ver a dos queridos amigos. Aparte del señor Elbourne, al capitán con el cuál mi tesoro viajó hace tres años. Nos quedamos a bordo un buen rato y nos mostraron el vapor. Todavía hoy me apena mi querido maridito de haber tenido que hacer el viaje en un barco tan horrible. Para cenar fuimos a casa y también vino a cenar el cuñado del señor Elbourne.
                Lunes vino a almorzar el capitán del "Esmeralda" y yo había preparado una riquísima comida. Para el té otra vez éramos unos cuántos. Martes al mediodía mi marido volvió a traer a un señor alemán a almorzar. El martes a la mañana a Dios gracias había tranquilidad en casa, pero al mediodía entraba el "Camarones". Así que al té llegaron los señores de a bordo.
                De noche fuimos invitados a bordo y pasamos una noche hermosa y muy divertida. Ayer el señor Elbourne fue a Trelew para visitar a sus parientes. Rápido nos pusimos a lavar toda la ropa. También le lavamos al Sr. Elbourne toda la ropa que usó durante 5 semanas y media a bordo. Se juntaron 20 cuellos para lavar, así que hay para planchar ... ! Con Celia estoy muy conforme y me admiro cómo sabe ayudarme. Hoy estuvo lavando desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde. Yo no le pude ayudar todo el tiempo pues tuve que limpiar la casa y cocinar. Nosotros nos levantamos a las seis, a esa hora sale el sol y nos despierta. Últimamente hace bastante frío de noche y de mañana. El agua del caballo de mañana está con una capa de hielo. Mis plantitas están viniendo bien.
                Con mis gallinas tuve mala suerte. Una clueca se enfermó y dejó los huevos y desde ayer veo tristona a otra gallina ponedora. En cinco días tengo que volver a tener pollitos. La Sra. Fuhlberg me regaló 15 pollitos. Las cluecas se las compré, cómo así también dos gallinas ponedoras y siete pollas. Ahora tengo 35 pollitos, 14 gallinas y una liebre. De las 14 gallinas, seis están cluecas. Siempre tengo lindos huevos. No estoy vendiendo pues los necesito yo y en el momento están muy baratos. Ahora también les puedo contar que por el momento tengo dos perritos amorosos. Eran de Fuhlberg. Uno de ellos se lo tengo que mandar a la señora de Fuhlberg ya que el día de la partida se había escapado.
                 También les interesará saber que mi maridito vendió su caballo. Yo estoy chocha ya que el animal era tremendo y todo el pueblo lo conocía por sus locuras. Domingo hace ocho días pasé un susto tremendo por éste animal y ya creía que nunca volvería a ver a mi marido con vida !
                Mucho hemos estado esperando correspondencia de ustedes pero pasaron algunos barcos y nada ! Pero ahora el "Quintana" nos trajo la carta de mi querida hermana Adele del 8 de agosto, la cual nos alegró tanto. Sigue así querida hermanita, siempre te quedaremos muy agradecidos. También tus cartas del 12 de junio y del 18 de julio recibimos y te agradecimos en nuestra última carta. Todo lo que nos escriben nos interesó y nos alegró. Tu me preguntas lo que significa la escultura del Profesor Eberlein. Es una joven con un cesto lleno de flores. La historia que nos contás de Mimi y el toro debe de haber sido de lo más cómica. Ojalá me escriba pronto mi hermano Johannes y me la cuente detalladamente. Por favor escríbanos si Johannes recibió nuestra carta certificada con nuestro certificado de matrimonio.
                El martes con el "Camarones" recibimos una cantidad angelical de cartas. La carta de mi querida hermana Emma del 16 de agosto. La carta de mi hermano Hans del 14 de agosto. La tarjeta de Brunshaupten, de Adele y Kurti, otra carta de la mamá de Rudolf y Hans, otra del Capitán Kröger, otra del Dr. Reuter de Lübeck con una tarjeta de Clara Riedel de Londres. Qué felices estábamos con toda ésta hermosa correspondencia se podrán imaginar.
                Todos ustedes nos reprochan que escribimos poco a los padres de mi marido, pero esto no es así. Desde que llegué a Madryn les escribí yo dos veces y mi tesoro también dos veces. Aparte les escribí una detallada carta desde Buenos Aires. Me parece muy raro que todas éstas cartas se hayan perdido, menos una. El 15 de junio Rudolf escribió una carta a mi hermana Emma y Robert y agregó a la misma una carta para su Papá, la cuál aparentemente tampoco llegó. Que desagradable es cuándo se pierde correspondencia. A la querida Emma le agradecemos mucho sus queridas líneas que hemos leído con mucho interés. También a ti querido Hans te agradezco tu divertida carta y espero que mientras tanto te hayas vuelto a amigar con los carreros de Hamburgo ... volvemos a escribir pronto !

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