jueves, 27 de octubre de 2011




23 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. La Coruña.



                Mis queridos !


                Cómo nos hemos divertido anoche ! Estaba hermoso. Recién a las doce nos acostamos. A la mañana, a las seis, me levanté de un salto y fui a ver por la ventana y veía la costa con bosques. Me vestí volando y fui a cubierta y ya se veía La Coruña.
                Era una mañana de gloria. El Práctico llegaba en un pequeño bote y despacito entrábamos en el puerto. Era tan hermoso el panorama que no lo puedo explicar.




La Coruña, 1910

                Coruña se extiende a lo largo del Golfo y está edificado sobre lomas. En el medio del Golfo hay una pequeña isla sobre la cual hay un castillo que pertenece a un fortín. En tierra firme se veían Barracas Militares y los soldados estaban haciendo ejercicios.




La Coruña, 1910

                Tan pronto cómo cayó el ancla se arrimaron muchos botes que vendían frutas, vino, langostinos y sardinas. Los que más compraban eran los pasajeros de la cubierta media. Yo nunca había visto, de qué manera hacían los negocios discutiendo los precios.
                En un bote había un padre con su hija de unos diez años. El tocaba el mandolín y la nena cantaba con una carita melancólica y nos miraba suplicándonos. Todos le tiraban dinero. Pobre gente, parecían muy desnutridos.
                Subieron muchos pasajeros nuevos, pero todos de la cubierta baja. A último momento llegaron algunos señores que se habían animado a bajar por un ratito a tierra y uno de ellos me traía muy gentil un par de pantuflas hermosamente trabajadas. Yo estaba muy emocionada y me alegré mucho. El señor es argentino y subió en Boulogne a bordo.
                Vinieron a almorzar pocos ya que el mar está muy agitado. A mi me va muy bien. Mil cariños con todo mi amor de vuestra,


                Frida.

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