jueves, 27 de octubre de 2011




Las cartas de Oma (I)




Oma el día de su arribo a Puerto Madryn, leyendo la correspondencia
con un pañuelo en su mano derecha para secar las lágrimas...


Frieda Dora Klüver de Grimm

(27-11-1885 + 04-09-1969)





(Carta de Rudolf H. Grimm a Frieda Klüver desde Puerto Madryn cuando eran novios.)


(con membrete de ...)
Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia


Puerto Madryn, 4 de noviembre de 1909


¡Mi querido "ratoncito"!

            Ya que estoy escribiendo correspondencia comercial, aprovecho para escribirte a ti mi querida, aunque un poco apurado, porque a fin de esta semana el Sr. Gómez viaja a Punta Arenas, lo que me ocasiona mucho trabajo, motivo por el cual no te pude escribir antes.
            Mi corazón, aunque un poco tarde, te mando todo mi cariño para tu cumpleaños en la esperanza de que lo pases con buena salud en compañía de tus parientes y que espero que sea el último en Hamburgo. Quizás este deseo mío te parezca un poco duro por un lado y hermoso por el otro, tú, querida mía, sabrás como lo interpreto. Quiera Dios que el año que viene estemos reunidos en nuestra felicidad y podamos festejar juntos tu cumpleaños.
            Con muchos cariños para toda tu familia y un fuerte beso para ti, corazón mío, soy como siempre tu


Rudolf





                Frieda Dora Klüver nació el 27 de noviembre de 1885 en Lübeck, Alemania, y falleció el 4 de septiembre de 1969 en Buenos Aires.
                Conoció en Hamburgo a Rudolf Henry Grimm, quien desembarcó, proveniente de Liverpool, el 16 de septiembre de 1907, en Puerto Madryn, Chubut.
                Gran parte de la vida de nuestros abuelos se encuentra en la historia de la familia titulada "Mach´s gut mein Junge !"
                Sin embargo tenemos disponible un año  de cartas de Frieda Klüver, las cartas de Oma, que oportunamente fueron traducidas con gran dedicación y trabajo  por su hija Frieda, tercer nacimiento del matrimonio.
                Estas cartas abarcan desde la partida en el "Cap Roca" de Hamburgo con destino a Buenos Aires -él 19 de marzo de 1910 - hasta un año después -él 11 de marzo de 1911. Oma tenía entonces 25 años.
                Quisiera expresar, luego de haber ubicado al lector en el tiempo y el espacio, de que se tratan "Las cartas de Oma", algunos conceptos, sentimientos e impresiones sobre su contenido.
                Es cierto que en cada uno repercutirán de distinto modo, de acuerdo al grado de parentesco o no que se tenga con ella. Pero sin ninguna duda, en todos, quedará un recuerdo imborrable de las aventuras de Oma, de sus esperanzas, de sus sueños, de sus melancólicos recuerdos para con los padres, los hermanos, de sus hermanas, de su Patria ....
                En todas las cartas, explícita o implícitamente, nos traslada al pasado - año 1910 - contando de una manera increíble, muchas veces con la mejor ingenuidad, sobre la tecnología de ese año, sobre la vida en el "Cap Roca", sobre la personalidad e idiosincrasia de las personas que iba conociendo, sobre los distintos puertos en los que atracaban, sobre el Buenos Aires de esos años, hoteles, restaurantes,  monumentos, paseos, coches y tantos otros detalles que verdaderamente son imperdibles.
                También cuenta sobre su vida en Puerto Madryn. Y esto seguramente lo hace con mucho sentido de la imaginación, con una mayor cuota de sueño, su sueño de ser feliz, para que su familia en Alemania así lo creyera. Sabemos de sus sufrimientos, lejos de sus padres, en un lugar que por esos años estaba más lejos en todo sentido de lo que había imaginado, y sin embargo no lo expresa así en sus cartas.
                "Las cartas de Oma" nos transportan al comienzo de la telegrafía sin hilos, a descripciones hermosas de sus paseos por Lisboa, Tenerife, Montevideo ... A la vida a bordo de los buques de pasajeros, a las comidas, a las fiestas, a las orquestas de los buques, a la paternidad del capitán Kröger, al cruce con el Ecuador ...
                Nos traen a un Buenos Aires curiosamente desconocido. Las costumbres, las calles, los nuevos coches con ruedas de goma (!), los tranvías, Palermo, Tigre, hábitos de consumo y de vestimenta.
                Por supuesto a muchísimas cosas vinculadas a Puerto Madryn. Las formas de traslado en barcos desde Buenos Aires, lo mucho que dejaban que desear estos barcos, el tren a Trelew, la falta de vegetación, los distintos tipos de gentes que habitaban Madryn, las distintas nacionalidades, el viento, la falta de agua, la playa, su casa, las comidas ...
                La vida matrimonial la expone con devoción. Su esposo Rudolf siempre fue -al menos en esa etapa- de mucha oficina y poco hogar. Sin embargo sabe transformar esta situación y explicarla con sentido triunfalista. Su "maridito", su "tesoro" que estaba más casado con Braun & Blanchard (hoy La Anónima) que con ella, se convertía en el empleado exitoso y en el esposo ejemplar.
                Realmente su juventud, su carácter y su personalidad, transformaban siempre las dificultades y sinsabores en éxito y felicidad.
                Aún en momentos de penurias económicas -qué por lo visto en 1910 también se sufrían- ella sacaba fuerzas, esperanzas, motivaciones e ilusiones para seguir adelante.
                Durante el período de "Las cartas de Oma" no vino la cigüeña ... Sobre 1911 en adelante encontrará el lector un resumen al final y parte de los árboles genealógicos de las familias Grimm y Klûver. Desde 1911 hasta 1920 la familia también dispone de las cartas que siguen a esta parte I  y están publicadas como Las cartas de Oma (II) (http://juancamina-lascartasdeoma.blogspot.com/). En estos períodos cosechó innumerables amigos y amigas, y -sin quererlo- al dejarnos sus cartas, nos muestra un pasado que vale la pena ser leído, por lo curioso, por lo interesante, por lo ameno, por lo divertido, y por tantas razones que cada uno encontrará en él. Aún más allá de las vinculaciones afectivas o familiares que lo o la unan a ella.


            




19 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Puerto de Hamburgo.

                ¡Mis queridos !

                A fin de estar bien interiorizados de mi vida acá a bordo, empezaré a escribirles hoy a la mañana. Ayer, después de bajar del barco, mis tres hermanos y mi querida Elsa (prima), fui a mi camarote a cambiarme de ropa ya que estaba completamente empapada. Justo le quería pedir al camarero de avisarme una hora antes de la salida del barco, cuando llega mi hermano Karl.
                ¡Ustedes podrán imaginar mi alegría, ver todavía alguien de los míos, ya que me había hecho a la triste idea de no ver más a nadie de mis queridos durante muchos años !
                Lamentablemente el tiempo pasa demasiado rápido y después de una nueva despedida estaba nuevamente parada sola en cubierta diciendo "Adiós". Agité mi mano y llamaba "Uhu" hasta no verlo más en la oscura noche.
                Fui a mi camarote y este estaba lleno de flores. Como estaba demasiado excitada para dormir, comencé a guardar mis vestidos en el ropero. Sentía un vacío en mi estómago y por suerte encontré un paquete con pan con fiambre que mi hermana Adele cariñosamente me había dado. Así comía y desempacaba mis cosas en mi camarote que parecía una pequeña florería.
                A las once y cuarenta y cinco me acosté en mi camita, todavía leí unas cartas de despedida y traté de dormir. Me parece que estuve despierta por mucho tiempo, pero luego me dormí y a las seis de la mañana me desperté descansada.



Cap Roca

                A las seis y treinta, cuando vino a despertarme el camarero, yo ya estaba lista, pues quería ver todavía todo lo posible Hamburgo. cuando subí a cubierta una densa niebla cubría el puerto. Entonces fui al comedor para tomar café y era la primera y única. Me trajeron el Menú y si hubiese querido¡ hubiera podido comer todo un almuerzo ! Me decidí simplemente por una taza de café.
                Mi soledad se interrumpió al entrar al salón una señora que se sentó frente a mí y se presentó cómo Baronesa de Buddenbrook. ¡Oíd ! ¡Oíd !! Es una dama amorosa. Ella y su esposo eran los que me acompañaron cuándo salíamos lentamente del puerto de Hamburgo, mientras la banda de música tocaba una canción de despedida.
                Yo no dejaba de despedirme con mi pañuelo en la mano. Hacía mucho frío, pero el sol brillaba y aún se veía algo de nieve. Gracias al sol vi. por mucho tiempo todavía a Hamburgo con sus torres y yo no dejaba de mandarles mis últimos saludos a ustedes, ¡mis queridos !
                La vista sobre el río Elbe, con sus lindos parques y Villas era preciosa, todo cubierto de un poco de nieve y bañado con los primeros rayos del sol, y cubierto por el cielo azul. Nunca me pareció tan hermoso Blankenese como hoy a la mañana.
                Mientras tanto había conocido al Profesor Eberlein, escultor, y a un Dr. Reuter de Lübeck, que viaja con su hijo y con ellos quedé en cubierta gozando la hermosa vista. Luego entré al comedor y recién tomé una taza de caldo bien caliente para calentarme.









20 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Rumbo a Boulogne.

                Al terminar ayer mi primera carta, me arreglé para el almuerzo. Cuando aparecí en el comedor me acompañaron al asiento a la izquierda del Capitán. Enfrente de mí la Baronesa von Buddenbrook y su esposo. A mi lado un Profesor Wien de Danzing, y luego venía el Profesor Eberlein. ¡Qué tontita me sentía yo ! Con todo la conversación fue muy amena y todos estábamos de buen apetito.


Prof. Gustav Eberlin

                Cuando subimos a cubierta, a las trece y treinta, justo pasábamos por Cushaven. Yo me había sentado en un sillón de cubierta, bien tapada con una frazada y un almohadón. Yo había pensado dormir un rato, pero era imposible porque varios señores me vinieron a hacer compañía. De esta manera nos quedamos hasta las diez y seis horas en cubierta y estuvimos muy divertidos.
                Entonces fuimos a tomar el té. El barco se empezaba a mover bastante y no puedo decir que me sentía muy bien al pasar cerca de la isla de Helgoland, bañada en sol. Mi único pensamiento era : "Coraje" y me fui a recostar a mi camarote hasta las diez y siete y treinta.
                Yo primero me quería quedar abajo en el camarote hasta la hora de cenar, pero se movía demasiado. Entonces subí a cubierta y jugué a la mancha con Profesor Eberlín y el Profesor Wien. Hemos corrido tanto que ni tenía ganas de bajar, pero cerca de las diez y nueve horas si entramos.
                El Profesor Wien me dio el dato de cantar durante todo el tiempo que me cambiaba para la cena, así no me marearía - lo que también hice. Como única dama aparecí en el salón, vistiendo mi lindo vestido de paño verde y todos los señores dijeron ¡Ahh !! Parece que me cayó mal esta distinción, pues después del asado al horno me retiré a mi camarote. Pero en el mismo seguí cenando y después caminé durante una hora en cubierta, ya que ahí no sentía tanto el movimiento del barco. Luego bajé, me acosté rápido y dormí toda la noche.
                A las siete me levanté completamente fresca y los señores estaban chochos cuando aparecí a las siete y treinta con mi carita fresca. A las ocho salí a cubierta y el sol brillaba calentito y el mar se había tranquilizado bastante. La banda tocaba un coral y yo paseaba por cubierta y pensaba en ustedes, queridos míos, en casa.
                Entonces un señor me dijo :
                - Buenos días señorita !
                Y conversé media hora con él, lo mejor que pude en castellano. No lo conozco. Entonces Profesor Wien me invitó a hacer un paseo de exploración por todo el barco. Fuimos a ver las máquinas y a la cubierta del medio. Después jugamos un rato a saltar y yo siempre ganaba. Cansada me senté ahora a escribir esto.
                A las doce vamos a estar a la altura de Dover y a las diez y seis en Boulogne. Ahí voy a despachar ésta carta. No nos dejarán bajar a tierra. Ojalá ésta carta los encuentre a ustedes queridos tan bien cómo me deja a mí. Yo les estoy tan agradecida por todo vuestro amor y cariño. Principalmente a mi querida hermana Emma y su Robert por toda su ayuda y atenciones. Manden por favor lo más pronto posible ésta carta a Mamá y Papá y que les den saludos a todos los amigos en Curau.
                Con todo mi cariño,

                Frida.



21 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Boulogne.


                ¡Mis queridos !

                Anoche llegamos a Boulogne, pero no pudimos entrar al puerto, ya que llegamos con demora. Los pasajeros que se embarcaban llegaron con una lancha y fueron recibidos con música. Antes de llegar a Boulogne vimos la costa de Inglaterra. Era una noche de luna preciosa, de manera que permanecimos mucho tiempo en cubierta, aún después de la cena.



Puerto de Boulogne 1910

                Yo estaba con Profesor Eberlein, Profesor Wien y una señorita Markus, que también viaja de novia para casarse en Rosario. La vi. hoy por primera vez, ya que estaba muy mareada. Es muy melancólica porque viaja contra la voluntad de sus padres. A mí me apena mucho y les agradezco a ustedes queridos que no me han dificultado la despedida, sino que me aliviaron con todos vuestros buenos deseos.
                Quedamos en cubierta hasta que los músicos nos llamaron para adentro, ya que habíamos empezado a bailar en cubierta. No se imaginan cómo nos divertimos acá a bordo y qué galantes son los señores con las damas !
                Después del baile una señora un poco rara y fuera de serie dijo algunos versos muy chistosos. Los señores entre ellos la llaman "La Pulga" o "La viuda alegre", pero se llama Señorita Hauser.  La pobre no se hace respetar y así pasa que algunos le dicen cosas algo groseras.
                Hay un señor muy gordo a bordo que es portugués. El estuvo en Alemania para hacer una cura de adelgazamiento en el Hospital de Eppendor. Rebajó setenta kilos pero todavía pesa ciento veinte kilos. Me lo contó el Dr. Kissing que es el médico particular del Juez Lehnharzt de Hamburgo y está muy enfermo, por lo cual viaja a Madeira con su esposa y el médico. Doctor Kissing es muy buen mozo y el médico de a bordo también.
                El domingo el Profesor Eberlein leyó una misa a la cuál asistimos todos y fue muy emotiva ya que él había escrito un verso relacionado con nuestro viaje lejos de la Patria y sobre nuestras esperanzas.
                Hoy fui a la cabina del telégrafo y me explicó la telegrafía sin hilos. Es increíble que exista algo así !!



Cabina de telégrafo sin hilos de los buques de esa época

                Acá todos dicen que estoy de muy buen semblante y muy alegre. Mañana sigo.



22 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Navegando por el Golfo de Bizcaya.


                Mañana a la mañana vamos a estar en La Coruña y voy a despachar ésta carta. Anoche ya entramos en el Golfo de Bizcaya y navegamos siempre hacia el sud.
                Anoche por primera vez vino a cenar con nosotros el Capitán Kröger, hasta ahora siempre tenía mucho que hacer. Es un señor muy amable y simpático. Después de cenar paseó conmigo por cubierta y me contó que vive en Blankenese y que a lo sumo está en su hogar sesenta días al año. Cuándo partimos de Hamburgo su esposa y sus hijos estaban en la playa adelante de su casa y se despedían con pañuelos en sus manos.
                Ustedes no se pueden imaginar que lujo y que elegancia hay acá a bordo ! A mi me parece estar soñando cuándo de noche bajo al salón y veo a todos los señores de etiqueta y con zapatos de charol.
                Hay pocas damas a bordo y de las pocas, muchas están mareadas. Las únicas que estamos siempre son "La Pulga" y yo. Sólo de día aparece alguna señora en cubierta y bien arropada. Tenemos cinco médicos a bordo que viajan, de manera que hoy pudieron hacer una operación de apéndice a una pasajera de la cubierta intermedia.


A bordo del Cap`Roca

                En ésta cubierta hay gente de todas las nacionalidades y me gusta mirarlas y una vez bajé con el Profesor Wien que también es muy simpático.
                Todos son muy buenos conmigo y me miman mucho, yo no sé adonde voy a ir a parar de ésta manera ? Es una vida llena de alegría y suerte, nunca lo hubiese pensado ni imaginado.
                En La Coruña no podemos bajar a tierra, pero en Lisboa sí. Cómo los Profesores Wien y Eberlein ya han estado ahí varias veces, me prometieron llevarme a conocer los lugares interesantes. Es una lástima que mucha gente simpática baja en Tenerife, lo que lamento mucho !
                Bueno por hoy no tengo más nada para contarles. El mar está bastante movido, pero el tiempo es bueno. Que les vaya muy bien a todos ustedes mis queridos y saludos a todos los conocidos de vuestras familias.


                Frida en alta mar.

Agregado información sobre el Cap Roca y el Capitán Krôger de Dora Silvia Krôger.

"...el 4 de agosto de 1914 se quedó en el puerto de Río de Janeiro, dado a la 1era. guerra mundial, el 1de junio1917 lo tomó preso el Brasil, en 1918, en Itú la Compan~ía LLoyd Brasileirole cambió el nombre, en 1926lovendieron y lo bautizaron con el nombre "Almirante Alexandrino", en 1966 fue desarmado en el Brasil. Medidas del CapRoca:argo 125,40 metros, ancho 14,70 metros, tonnage:5.786 BRT. Los barcos a vapor que eran igualitos al Cap Roca, fueron, entre otros, el Cap Blanco, Cap Polonio y el Cap Norte. 12 nudos /h de velocidad. A bordo, en la 1era. Clase con 80 pasajeros, en los otros pisos hasta 500 pasajeros. El buque tenía 2 mástiles y una chimenea.Ver= en Google: "Hamburg Sued Gruppe".// Así que a aquel Capitán de esta historia habrá de perseguírselo por varios otros rinconcitos, ya que a los libros del buque mismo (Lokbuch) con todas las registraciones diarias del Capitán Kroeger, las habrán tirado al basurero los brasilianos. Qué nombre tenía el Cap. Kroeger? Bien, él debe haber realizado, con gran probabilidad, sus estudios en la Escuela Maritima de Hamburgo, PERO: esa no existe más.- Por si el nombre del Kapitaen Kroeger no les es conocido, queda la posibilidad de contactar a la Reederei (compan~ía naviera)=Hamburg Sued Sucursal Argentina, Avda. del Libertador1969, Olivos, B1638 BGF Buenos Aires, Argentina; E-Mail: hsued@ar.hamburgsud.com"

 "Hamburg Sued (Suedamerikanische Dampfschifffahrts- Gesellschaft KG", calle: Willy Brandt Strasse 59 - 61, Código Postal: 20457 Hamburg, Deutschland / Germany.



23 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. La Coruña.



                Mis queridos !


                Cómo nos hemos divertido anoche ! Estaba hermoso. Recién a las doce nos acostamos. A la mañana, a las seis, me levanté de un salto y fui a ver por la ventana y veía la costa con bosques. Me vestí volando y fui a cubierta y ya se veía La Coruña.
                Era una mañana de gloria. El Práctico llegaba en un pequeño bote y despacito entrábamos en el puerto. Era tan hermoso el panorama que no lo puedo explicar.




La Coruña, 1910

                Coruña se extiende a lo largo del Golfo y está edificado sobre lomas. En el medio del Golfo hay una pequeña isla sobre la cual hay un castillo que pertenece a un fortín. En tierra firme se veían Barracas Militares y los soldados estaban haciendo ejercicios.




La Coruña, 1910

                Tan pronto cómo cayó el ancla se arrimaron muchos botes que vendían frutas, vino, langostinos y sardinas. Los que más compraban eran los pasajeros de la cubierta media. Yo nunca había visto, de qué manera hacían los negocios discutiendo los precios.
                En un bote había un padre con su hija de unos diez años. El tocaba el mandolín y la nena cantaba con una carita melancólica y nos miraba suplicándonos. Todos le tiraban dinero. Pobre gente, parecían muy desnutridos.
                Subieron muchos pasajeros nuevos, pero todos de la cubierta baja. A último momento llegaron algunos señores que se habían animado a bajar por un ratito a tierra y uno de ellos me traía muy gentil un par de pantuflas hermosamente trabajadas. Yo estaba muy emocionada y me alegré mucho. El señor es argentino y subió en Boulogne a bordo.
                Vinieron a almorzar pocos ya que el mar está muy agitado. A mi me va muy bien. Mil cariños con todo mi amor de vuestra,


                Frida.

25 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Lisboa.



                Mis queridos !


                Ayer a la mañana cuándo subí a cubierta veía muchas rocas inmensas en el mar y se veía la ondulante costa. Pequeñas aldeas a lo largo dispersadas entre los montes. Todo verde y un día hermoso !
                Después del desayuno llegábamos a Lisboa. La ciudad está edificada sobre terrazas y era una vista hermosa ya que el cielo era azul y se destacaban los edificios. En el puerto había muchos barcos de pasajeros, pero pocos de la marina de guerra. Entramos al puerto con música, pero demoramos mucho en bajar ya que tenía que venir el médico de tierra para reconocer el estado de salud de todos.
                El capitán me dio permiso para bajar a tierra acompañada por los Profesores Wien y Eberlein. Teníamos solamente tres horas de estadía, así que nos teníamos que apurar. Una pequeña embarcación nos llevó a tierra.
                Primero fuimos a una plaza donde fue matado una vez un Rey. El correo estaba cerrado ya que era jueves Santo. Por eso los negocios también estaban cerrados. Nunca en mi vida vi tanta gente elegantemente vestida caminar por las calles cómo ayer en Lisboa. La mayoría estaba de negro e iban a las iglesias, muy serias y solemnes. Entramos en dos iglesias que estaban hermosamente adornadas con flores. Paseamos por la avenida principal bajo árboles con flores azules y rojas. Qué hermosas palmeras y otros árboles de pimienta, mi Dios que precioso era !!
                Con un funicular subimos unos treinta metros de donde teníamos un panorama hermoso sobre toda la ciudad. Fuimos al Jardín Botánico del cuál me traje una rama de laurel de recuerdo. con un tranvía fuimos a un barrio muy antiguo y nosotros no nos podemos imaginar tanta pobreza cómo la que vimos ahí. Casi no podíamos caminar de tanta gente pobre que nos pedía limosna. De un Mirador vimos bajar el sol y era maravilloso ver el Palacio Cintra bañado en los últimos rayos.
                Al ponerse el sol empezó a llover y nosotros sin paraguas. Entramos en un café y tomamos café caliente con unas masas muy comunes. Los señores se compraron diarios y para mí flores y regresamos al puerto. Ahí otros de los señores también me regalaron flores y tenía mis brazos llenos ! Qué felicidad !
                Al subir a la lancha que nos llevaría a bordo faltaba "La Pulga" y todos estábamos preocupados, pero no se podía esperar. Qué alivio al llegar al barco saber que había llegado ya ! Se había perdido en Lisboa y alquiló un velero que la trajo a bordo, pero tuvo que pagar siete marcos ! De noche nos contó todo en una forma tan cómica que nos divertimos muchísimo. La conversación en la cena era muy amena ya que con el lindo paseo a tierra cada uno tenía algo nuevo para contar !

26 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Rumbo a Tenerife.


                Ayer era viernes Santo y pasamos un día tranquilo. De mañana los músicos tocaron tres Corales. Cómo de noche no había concierto, nosotros los alemanes, nos sentamos en cubierta y cantamos. La luna brillaba y el Profesor Eberlein tocaba Mandolina. Quedamos hasta las doce de la noche y todavía nos cruzamos con el barco "Rey Guillermo II". Lo saludamos con luces de bengala y el contestó nuestro saludo de la misma manera.
                Mañana llegaremos a Tenerife y también bajaremos a tierra, por última vez antes de Montevideo !





27 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA.


                Mi querida Adele !

                Hoy tengo que mandarte los mejores deseos para tú cumpleaños, pues es la última vez que lo podemos hacer. Luego necesitaremos catorce días hasta Montevideo. Te deseo todo lo mejor querida hermanita. Por favor acuérdense de mí cuándo estén reunidos ! 


Casa paterna de Oma


                  Quizás cae nuestra fecha de casamiento junto con tu cumpleaños. Estén ustedes tranquilos, a mí ya me va a ir bien, aunque Rudolf no esté a la llegada del barco. El capitán es tan bueno conmigo y me va a entregar bien. Además la Señorita Markus dice que si no está Rodolfo quedaré con ella y su novio hasta que llegue y si no está el novio de ella, quedará conmigo y Rudolf mientras tanto.
                Me parece que mi casamiento en la Iglesia va a ser muy lindo, ya que varios señores de a bordo dicen que nos van a acompañar y el capitán también. No se imaginan cómo me mima el capitán, siempre tiene una pequeña sorpresa en la mesa y siempre es tan divertido.
                Estoy triste que mañana desembarca Profesor Wien, porque siempre fue tan bueno conmigo. Muchos nos embroman y ayer cuándo nos sacaban una fotografía el Profesor Eberlein le dijo :
                - Profesor Wien usted se debería arrodillar adelante de la Señorita Klüver cómo pidiendo su mano !
                Es un arte escribir ésta carta en cubierta, pues los señores vienen a charlar y eso que hay concierto y en los intervalos tocan el piano en el salón. Me propuse empezar a practicar seriamente el castellano, después de Tenerife.
                Ya combiné para ciertas horas del día con dos señoritas argentinas y un señor alemán. Disculpen que les escribo siempre a todos juntos, las postales de a bordo son muy caras. Un cariño especial para ti querida hermana y a todos los demás de,


                Frida.


28 de marzo de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. En alta mar, rumbo a Montevideo.


                Cómo hace dos días que no les escribo, trataré de relatarles lo que he vivido en resumen. Antes de ayer         -sábado 26 de marzo - había gran cena de despedida y luego baile, ya que al otro día muy temprano llegábamos a Tenerife. Yo estaba muy triste, tener que despedirme de todos que habían sido tan buenos conmigo y me ayudaron a sobreponerme a la nostalgia de dejar mi hogar y familia.
                Antes de bajar, muchos de ellos vinieron a despedirse de mi personalmente a mi camarote y porque querían ver mi vestido de bodas. La Baronesa von Buddenbrook me había hecho traer una preciosa azalea llena de flores rojas. Es tan hermosa y llena de pimpollos que me parece que la voy a poder llevar a Puerto Madryn.
                Dr. Reuter que es Director del Chatrineum en Lübeck fue tan atento conmigo que te pido querido hermano Ludwig hacerle unas líneas en nombre de ustedes todos por su gentileza. En Lisboa ni me dejaba llevar mis cosas, sino las llevaba él y me ayudó a subir las montañas. Además fue amoroso cómo en la cena de despedida, hizo un brindis por la felicidad de las dos novias de a bordo y vino dos veces a mi asiento para brindar. El comentó que había pedido al capitán que esa noche quería estar a mi lado, pero que el capitán y Profesor Wien dijeron que de ninguna manera le iban a dar ese "privilegio". Para eso bailé el "Lacier" y muchas otras piezas con él. En la cena se tomaba solamente Champagne y el Profesor Wien también vino a invitarme a tomar con él a nuestra salud.


Frida a bordo del Cap`Roca

                Hoy me siento muy sola y abandonada, pues Profesor Wien no me descuidaba ni un sólo momento y siempre era tan divertido, aunque ya era bien canoso. Ayer antes de desembarcar estuvo hasta el último momento con el capitán y conmigo. General von Buddenbrook también siempre tan galante y alegre, cómo un joven caballero. Con el médico, que es muy buen mozo, bailé tan lindo que me parecía el paraíso. Una vez tuvimos que bailar solos. Me parece que nunca más en mi vida me voy a divertir otra vez tanto cómo el sábado.
                Todo el salón estaba adornado con guirnaldas y lampignons, parecíamos estar sentados en un jardín. Todos estaban alegres. Muchos dijeron palabras de despedida y adjunto el verso del Profesor Eberlein. El Menú era fabuloso. Luego comenzó el baile en cubierta. También ahí estaba todo adornado con banderas, etc. El capitán empezó el baile conmigo y luego volaba de un brazo al otro. A las doce terminó la música, pero todos quedamos reunidos en cubierta charlando. El Profesor Eberlein cantó una composición que hizo, acompañándola con su mandolina. Nos despedimos con el pensamiento que a la otra mañana nos teníamos que despedir para siempre.


Tenerife, 1910

                Yo ya me levanté a las cinco y media para ver el pico de Tenerife, pero lamentablemente estaba nublado. En Hamburgo una tía me había regalado una caja con huevos de Pascuas. Entonces fui al comedor y escondí a cada pasajero un huevo de chocolate en su servilleta de despedida. Que risa ver todas las caras sorprendidas y el mozo me descubrió. Todos me vinieron a "la conejita".
                Ni bien cayó el ancla en Santa Cruz, toda la cubierta estaba llena de vendedores de mantelería y carpetas hechas a mano. Entonces llegó la hora de la despedida y las lágrimas corrían. Yo me sentía cómo un bebé, pues todos me tomaban en sus brazos y me acariciaban y me besaban. La Baronesa se despidió cinco veces de mí. Cuando se alejaban me gritaban :
                - Adió bichito de luz ! Adiós conejito !!
                El capitán me invitó a bajar con él a tierra y una lancha de la compañía nos vino a buscar. En tierra nos esperaba Profesor Wien, el cuál nos acompañó en el paseo y el señor de la agencia nos mostró toda la ciudad. Entramos en algunas casas con patios interiores con hermosas palmeras y mucha vegetación y rosas trepadoras.
                 Luego fuimos a un mercado y a un teatro al aire libre, en un hermoso parque tropical. En éste parque crecían dátiles, higos, naranjas, mandarinas y limones. El señor de la agencia le dio dinero a una señora y me dio de todas las frutas y flores. Paseamos por calles muy angostas, donde la gente cocinaba afuera en pequeñas estufas. Había mujeres hermosas. Lástima que tienen peinados tan raros. Me contaron que se dejan peinar fin de semana y después no se los deshacen durante la semana.
                Luego fuimos en un coche a la Sierra, al hotel más lindo de Santa Cruz. Nunca vi tanto lujo cómo en ese hotel. Se nota que aquí se reúnen los millonarios del mundo ! Seguimos subiendo la sierra y se veía abajo el paisaje de la ciudad y el puerto. Nuestro barco parecía de juguete sobre el mar azulado. Arriba en la sierra crecían muchos cactus y también flores silvestres. Muchas mujeres bajaban con sus burricos a la ciudad para vender sus productos, cómo leche, huevos y manteca. Era todo tan pintoresco. Bajamos por un cañadón, donde nos esperaba el coche y era regio volver a galope en el coche, después del paseo con el calor que hacía.
                Menos mal que yo estaba en compañía del capitán, sino capaz que hubiese tenido que quedar en Tenerife. Todos ya estaban a bordo. La lancha de la agencia nos llevó al barco y pude comprarme todavía una hermosa carpeta. Me pedían siete marcos y el agenciero me la consiguió por dos marcos. Profesor Eberlein me compró una hermosa carterita hecha de semillas.
                Enseguida levantaron el ancla y salimos de éste hermoso lugar ! De los dos hoteles más grandes nos saludaban, subiendo y bajando la bandera alemana. Toda la tarde veíamos todavía las montañas y de noche el Pico de Tenerife, cubierto todo el año de nieve, cómo desaparecía entre las nubes. Al salir del puerto la música tocaba. En el salón del comedor nos esperaba una sorpresa : toda la mesa estaba adornada con flores frescas y sobre cada servilleta había un pequeño ramito ! El capitán había ideado ésta sorpresa y cómo todos los señores me regalaron sus ramos, mi camarote parecía un jardín ! Hoy 1º de abril todavía tengo "claveles" y "no me olvides" de Hamburgo. Hasta hoy no bajé a cenar ni una vez sin un adorno de flores frescas.
                Ahora éramos únicamente veinte pasajeros en nuestra clase. Qué pena, pero por el otro lado mejor pues ahora haremos una vida más tranquila. Somos cinco damas y quince señores. Hay dos argentinitas amorosas, que viajan con su madre, pero pobrecitas ! Todo el santo día tienen que permanecer al lado de su madre en las reposeras. Solamente de tarde nos reunimos las tres para jugar a las Damas o al Ta-Te-Ti y de noche mientras hay concierto las dejan pasear conmigo por la cubierta. Son dos niñas amorosas y ni bien me ven vienen corriendo y me abrazan y me besan. Cómo solamente hablan el castellano, para mí es un buen ejercicio. También el capitán me da lecciones de mañana durante una o dos horas. Después del almuerzo y de la cena paseamos juntos en cubierta durante tres cuartos de hora. Es buenísimo conmigo y a él le gusta que esté a su lado y le converse.





3 de abril de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Cruzando la línea del Ecuador.



                Queridos, hoy es domingo y recién terminan los músicos de tocar un Coral. Yo quiero estar una horita con ustedes. No les escribí antes pues hace mucho calor. Ayer vimos la roca de San Paulo. Sale veinte metros del mar y bajo el agua tiene una profundidad de cinco mil metros. En seis días lo único que vimos, a no ser agua. A bordo largaron un tiro y gran cantidad de pájaros salieron volando.
                A las nueve de la noche pasamos el Ecuador. Yo estaba sentada en cubierta con el capitán y recordábamos a nuestros queridos y nuestra tierra. Entonces tomó mi mano y dijo :
                - Señorita Klüver, permita que le dé cómo primero la bienvenida en el Hemisferio Sud !



Frieda Klûver (18 años)


                Entonces vino Profesor Eberlein para invitarnos a tomar una copa de Champagne con él. Nos quedamos reunidos hasta las doce, a esa hora mandaron "a su nena" a la cama.
                Con el calor que hace da miedo ir al camarote. Dejo abiertas las dos ventanas, prendo el ventilador, no me tapo y quedo solamente en mi camisola finita, pero igual casi no puedo dormir. De día es lindo ver a todos vestidos de blanco, toda la tripulación y pasajeros, hasta en calzado blanco. Yo necesitaría mucho un calzado liviano blanco !                Hoy va a ser el bautismo del Ecuador y gran cena y baile. Que nombre me dará Neptuno, el Rey de los mares ? También me vacunaron y me parece que me va a prender pues me pica mucho.
                Yo estoy muy contenta que viajo bajo la custodia del capitán, pues ayer hasta encontré en mi servilleta una declaración de amor ! Increíble no ?! Quieren saber de quién ? Todos dicen que el capitán es muy acaparador, pero yo estoy muy tranquila así. Yo siempre estoy con él, con Profesor Eberlein y el Sr. Roth, porque los tres son respetuosos hombres casados. Me tratan cómo a su hija, pero como me miman mucho terminaré engreída.
                De noche nos sentamos en cubierta y cantamos y tocan el mandolín. Vemos muchos peces voladores y ayer vi un tiburón, también delfines vemos muchos. Hace algunos días vemos la Cruz del Sud en el firmamento. De noche es hermoso ver la fosforescencia del mar.
                El mar está tan sereno, que cuando estoy en la mesa tengo que prestar atención si navegamos o estamos parados. Hacemos trescientas millas diarias. Me parece que aumenté unos kilos ya que mis cachetes están más llenitos. La comida también es "pomposa" y les mandaré un Menú para que vean que delicadezas hay ! Durante las comidas un mozo está siempre parado atrás de mi silla para atenderme y cómo estoy al lado del capitán y soy dama me sirven primeramente a mí.



5 de abril de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. La fiesta del cruce del Ecuador.



                Mis queridos, cómo ayer no les escribí, hoy les contaré cómo fue la pasada del Ecuador. Cómo todo el domingo hizo un calor terrible, con mucha humedad, yo dormí toda la tarde, de manera que de noche estaba muy fresquita. Cuándo fuimos a cenar, todo el salón estaba adornado de guirnaldas y lampignons, y el ánimo enseguida era festivo.
                En cada cubierta había una carta-menú muy original y provocó mucha alegría. Después del primer plato tocó una trompeta y apareció Neptuno con un Pastor y un Escribiente.
                Neptuno con barba larga y una túnica verde cómo el mar. El Pastor en Talar y el Escribiente en un Frac rojo.
                Neptuno en pasos ceremoniosos caminó alrededor del salón hablándonos. Cuándo llegó a mi lugar me bautizó cómo primera. Me dio en nombre de "Reina del Mar" y dijo :
                - El Señor bendiga tu partida de Alemania y tu llegada a la Argentina, para que arribes con bendiciones a tu nuevo hogar.
                Luego me salpicó con perfume y me entregó mi certificado de bautismo. Mi texto era lindo, pero a algunos le tocaba cada salida !
                A "La Pulga" le tocó :
                - Tus palabras sean "Sí-Sí" o "No-No" ! Todo lo demás está demás !
                Luego del bautismo siguió la cena  y  al terminar teníamos que firmar los certificados.  Cómo nos hemos reído !
                Luego empezó el baile y las cinco damas hemos bailado mucho, a pesar del calor, de manera que recién nos acostamos a la mañana !
                Ahora los días hasta Buenos Aires serán monótonos y en Montevideo terminaré ésta carta.



Frida a bordo del Cap`Roca





10 de abril de 1910.
                A bordo del CAP ROCA. Navegando el Atlántico hacia Montevideo.


                Hoy a la mañana quiero recordarte querido hermano Ludwig, deseándote lo mejor para el nuevo año ! Que ganas de festejar contigo, pero ...
                Hoy a la noche voy a tomar una copa a tu salud con el capitán ! Cómo todos los días me invita a tomar un vino o cerveza con él, hoy le dije que lo quisiera invitar yo a él y tomaremos a tu salud. Dice que con mucho gusto les contará de mi viaje y mi bienestar cuándo regrese a Alemania y de nuestro casamiento.
                Su dirección es :
                               I. Kröger
                               Wedeler Chaussee 48.
                               Dockenhuden. Blankenese.
                El es muy sencillo pero un alemán muy correcto.
                Lamentablemente llegaremos con atraso a Buenos Aires. Ayer tuvimos mucha marejada. Los argentinos gritaban terriblemente, pues el agua de mar cubría la cubierta de proa.



Rodolfo Grimm (1907)

                El doce de abril estaremos en Montevideo. Quizás Rodolfo ya me espera ahí, lo que todos opinan, menos yo. Iré a  tierra con el capitán para ver la ciudad. El trece de abril al mediodía estaremos en Buenos Aires. No me puedo imaginar que pronto estaré en el lugar tan ansiado, que feliz estoy !
                Puede ser que hoy les escriba por última vez cómo Frida Klüver y por éste motivo quisiera agradecerles una vez más a todos, por todo vuestro amor y cariño, que siempre me han brindado.
                Les escribo a todos juntos, pero por favor manden  pronto la carta a Mamá y Papá. En el sueño vi anoche la Iglesia de Curau en llamas. Yo anhelo noticias de ustedes. Escríbanme prontito y seguido.
                Felicidad y mil saludos de vuestra


                Frida.


14 de abril de 1910.
                Buenos Aires. Hotel Kaiserhof de Nicolás Jousten.


                Mis queridos padres !
               
                Hoy les quiero mandar ésta carta primero a ustedes, para que sepan lo antes posible cómo me va. Mi última carta terminó el domingo antes de llegar a Montevideo y hoy ya les tengo que contar tanto ! Ni sé por dónde empezar.



Familia Klûver

                El domingo a la noche recordamos todos a mi hermano Ludwig y tomamos a su salud. Nos divertimos tanto y estábamos todos tan contentos que el capitán nos invitó subir a su camarote. Con alegría aceptamos y entre todos pasamos la noche más emotiva del viaje. El capitán y el Profesor tocaron mandolina y guitarra, y tocaban tan lindo juntos. Hemos cantado y la Señora Hauser dijo versos muy divertidos y el Champagne corría. Es decir, a mí solo me dejó tomar muy poco el capitán, pues es muy severo en éste sentido. Nosotras las damas nos quedamos hasta las dos de la mañana en ésta linda compañía, pero los señores siguieron juntos.
                El lunes preparé mis valijas, pues todos creían que Rodolfo me esperaría en Montevideo y yo estaba tan curiosa que me traería el próximo día. A las cinco de la mañana me desperté al oír caer el ancla. Rápido me vestí y al llegar a cubierta ya vi la ciudad, lamentablemente entre la neblina. A mano izquierda el cerro, por el cuál la ciudad lleva su nombre. A las siete llegó un barquito que traía nuevos pasajeros y con el cuál eventualmente vendría mi Rodolfo, pero no lo trajo. Pero una carta esperaba sin falta, pero imagínense .... tampoco llegó nada.



Puerto de Montevideo, 1910

                La Señorita Markus también había esperado a su comprometido pero tampoco apareció. Pero recibió una carta y un telegrama. Todos se lamentaban por mí, pero yo misma fui muy guapa. Cómo recompensa el capitán y el primer maquinista me llevaron a tierra. Me mostraron toda la ciudad y me llevaron a conocer un parque hermoso : "El Prado". Era un hermoso día, sin calor y me es difícil describir la belleza del parque. Me parecía soñar. Al lado de hermosas palmeras, había un roble alemán, una laguna con plantas acuáticas, una gruta con cactus, bambúes y flores, flores de todas clases y colores y avenidas con hermosos árboles.
                Tomamos en un restaurante una botella de cerveza que costó un marco y en cuarenta minutos regresamos al puerto. Aunque faltaban veinticinco pasajeros de la cubierta media el barco tenía que salir. Con música salimos del puerto y fuimos a almorzar. Muchos me miraban con celos, pues había sido la única que pudo bajar a tierra gracias al capitán.
                Se decía que a las doce de la noche llegaríamos a Buenos Aires y que podría ser que Rodolfo todavía subiera a bordo para saludarme. Yo todo el día estaba ya nerviosa por la incertidumbre y me sentía floja. El capitán decidió hacer un telegrama al Hotel Kaiserhof en Buenos Aires, preguntando si Rodolfo estaba ahí y me quedé levantada hasta las once pero no recibimos contestación. Me fui a dormir y a las doce y media oí caer el ancla. Yo me dormí pensando que por fin había llegado a mi meta.
                A las cinco de la mañana me desperté y pensé :
                - Qué me traerá éste día ?!
                Cuándo miré por la ventana vi que todavía estábamos afuera y no en el puerto. Pero cuándo subí a cubierta a las seis y media, despacito nos acercábamos al mismo. Desayuné y subí bien arriba, de dónde uno veía todo bien. Vi el galpón de la Aduana, adonde íbamos a atracar y había mucha gente esperando. Mi corazón latía fuerte ! La música tocaba y todos saludábamos con nuestros pañuelos y los primeros saludos se oían.
                Ya se distinguían bien las personas y todos los pasajeros ya habían localizado sus familiares o algún amigo. Solamente nosotras las dos novias no veíamos a nuestros novios. La Señorita Markus lloraba y lloraba y se dejaba consolar por el telegrafista, con el que se había amigado a bordo. Yo estaba rodeada de todos, uno me acariciaba acá y la otra por allá.
                 Las dos argentinitas no soltaban mis brazos, pero la despedida llegó. Profesor Eberlein y el Sr. Roth no querían bajar antes de tener seguridad que sería de mí. Al rato sube el primer oficial y me entrega un telegrama. Yo lo abro volando y que desilusión no era de Rodolfo sino de un amigo de él, dándome la bienvenida a la Argentina.
                Del Hotel Kaiserhof tampoco veía a nadie. Profesor Eberlein estaba furioso y repotricaba contra Rodolfo y el Sr. Roth me tranquilizaba. La Señorita Markus seguía llorando en los brazos del telegrafista. Entonces subió otra vez el oficial con un telegrama y ésta vez era de Rodolfo y de noventa palabras ! El telegrama había sido despachado en Madryn y decía :
                " Te doy una cariñosa bienvenida y espero que estés bien de salud y ánimo. Lamentablemente no te puedo buscar personalmente. No pude embarcarme en el barco que salió el 27 de marzo y el próximo recién puede estar acá en una semana. Lamento mucho tener que hacerte esperar. Reservé habitación para ti en el Kaiserhof y te van a ayudar con la aduana. Contéstame a Grimm, Puerto Madryn. Pediré a conocidos traducir documentos y preparar lo necesario. Te puedo telegrafiar en castellano ? Cuesta la mitad. Cariñoso saludo Rudolf ".
                Hay que contenta estaba de tener seguridad ! Entonces resolvieron que yo debía quedar a bordo hasta la tarde y entonces el capitán me llevaría al Kaiserhof. El Sr. Roth me ayudó con la aduana y de tal manera que no tuve que pagar nada. Entonces vimos que llegó el portero del Kaiserhof que llevó mi equipaje y me contó que el telegrama ya había llegado el 11 de abril.
                Al subir a bordo, el barco salió a otro lugar dónde sería descargado y la música tocó para mí sola, cómo única pasajera que quedaba ! Yo fui invitada a almorzar con el capitán y los oficiales y saben lo que comimos ? Sopa de arvejas con carne de cerdo ahumada ! Qué rica que estaba, después de comer tantas semanas comida tan refinada. Luego el capitán me ordenó irme a acostar para descansar. Después tomamos el café y el pastelero me había hecho mi torta preferida, pero yo no pude comer.
                Cuándo estábamos por bajar a tierra vinieron a bordo dos señores de la Agencia e imagínense que los dos conocen a Rodolfo ! Entonces enseguida hicimos un telegrama en mi nombre y en el de ellos contestando a Rodolfo su telegrama. Qué feliz estaba yo ! Entonces partí con el capitán al Kaisehof.
                Fui presentada a sus dueños, el Señor Jousten y su señora esposa, y les fui muy recomendada. Me llevaron a mi habitación. Es sencilla, pero limpia, para lo que aquí se puede esperar. Me arreglé un poco y bajé al restaurante para estar un ratito más con el capitán. Este me hizo todo un discurso. De ninguna manera debo salir de la habitación y nunca debo salir sola a la calle. En éste país es tremendo, no se ve una dama sola en la calle y las que se ven andan con caras serias en compañía de señores. Así que tengo por ocho días arresto de pieza y mañana les seguiré contando cómo me va. Mil cariñosos saludos de vuestra

                Frida

PS. El novio de la Señorita Markus todavía no llegó !